Historia "El asesino en mi es el asesino en ti"

El día estaba frió, el Internet bastante caído, el teletrabajo se hacia mas tedioso teniendo que actualizar e intentar conectar con la red.

Compre un paquete de datos en el celular, para ver si conectaba algo, y llega su mensaje.

—Hola Javi, como estas?—

Todo el frió del ambiente pareció dispersarse, porque el calor que subió desde el centro de mi cuerpo rápidamente recorrió hasta la ultima extremidad.

Di un suspiro largo antes de contestar, de esos que mas acentúan ese calor, ante mis ojos pasaron un montón de escenas con él, dignas de una película.

—Aquí terminando temprano mi trabajo y tú—

—Nadando en café— respondió

No se si refería a que estaba cafeinizado al igual que yo, o si simplemente insinuaba algo.

—Queria saber si tienes algun dia libre para que terminemos de hablar el tema pendiente.—

Uff, ¿que será de esa pregunta que ya debajo de mi estomago se descontroló todo?

Será que quiere terminar ese tema pendiente hace un año, cuando nos habíamos emborrachado con pisco los tres junto a mi novio. Cuando él se fue a dormir lo único que queríamos era abalanzarnos el uno sobre el otro, no se que fuerza, ni se que voluntad me hizo, sin sueño y con cada extremidad de mi cuerpo ardiendo, subir la escalera, cerrar la puerta y acostarme. Esa noche no pude conciliar el sueño, un poco menos de fuerza y me hubiese levantado de la cama, abierto la puerta del refrigerador y comido ese pastel completo sin dejar migas.

Pero el quedo ahí solo, sin ninguna explicación durmiendo en el sillón. 

Meses después le conté a mi novio que sentía que Rodrigo tenía interés en mi...

...pero todo desde una posición de victima, como un pequeño pajarito siendo acechado por una gran víbora, con ganas de comerse hasta la ultima pluma. La verdad no estaba mintiendo, sino distorsionando un poco la historia. Éramos en realidad dos serpientes queriendo enredarnos mutuamente sin importar ningún código de moralidad. Ni que fuera el su mejor amigo ni yo su novia de 7 años.

Ese dia el se lo tomó con calma, la verdad muchas cosas no eran señal de alarma para el. Creía en el fondo ilusamente que yo jamás haría algo así. Hay cosas extremadamente diminutas en importancia que para él son un caos, y otras que realmente pueden ser una bandera roja y el las ve como irrelevantes. 

Esa y otras cosas mas habían transformado la relación en algo tedioso, y a la vez llena de conflictos. Como caminar en un campo minado. En momentos de colapso habían muchas ganas de terminar con todo y hasta dividir a los perros, mientras mas comportamientos exagerados y molestos habían, mas transitaban las ideas de quien se llevaría esto y esto otro. "Yo me quedo con la casa, pero el se puede llevar los muebles que compramos" Desarmaré todo su jardín y dejaré los frutales... tenia mi mente tan inundada de esos pensamientos mientras andaba en la bicicleta que seguí avanzando hasta que una persona se cruzo en frente y me hizo frenar de golpe.

—¡Javi! ¿andas sin lentes?—

—Disculpa Rodrigo, la verdad es que no, los traigo puestos, pero no te vi.—

—Jaja, menos mal confio en que ibas a frenar o ya me habrias atropellado. ven subamos.—

Baje de la bici, me temblaban un poco las manos, no voy a mentir, su presencia siempre era fuerte para mi. Todo se alborotaba aunque fuera el día mas sereno y tranquilo.

Subí detrás de el la escalera con la bicicleta, nisiquera se inmutó en ayudarme a subirla. Él era así, modales tenia pocos, algo así como inversamente proporcionales a su atractivo.

3 largos pisos de subida y mi cuerpo estaba agitado, llegue agitada, estoy agitada.. ¿me iré agitada también?. Susurraba mi parte mala de pie en mi hombro izquierdo, tal como las caricaturas. 

Llegamos, abrió la puerta sin decir nada, y cuando se volteo a verme vio mi cara roja y como suspiraba, recién ahí se dio cuenta que venia cansada.

—¿Te ayudo Javi?—

—ok, —le dije. casi ya con la lengua afuera.

Mientras tomó la bicicleta, que yo traía pegada a mi pecho, paso a llevarme justo ahí.

No dijo nada pero vi como sus ojos crecieron de tamaño, entrecerró los labios y se dio vuelta para estacionarla.

yo mire hacia abajo y di un suspiro corto, disimulado estúpidamente.

—Que lindo espacio—exclamé.

Si, afortunadamente le hemos dado forma en este tiempo, lo mejor son los balcones.

Después de que terminó de decir eso, si, me lo imagine en el balcón.. Todo..sin excepciones.

Comenzó a mostrarme cada rincón de la casa, y esta demás mencionar que mi mente creativa no se sacaba la idea de pasar mi boca por cada parte de su cuerpo en cada parte de ese lugar....