Correr de la conciencia "Imaginacion"

La imaginación es fuerte, mas fuerte que la propia realidad, es como un calmante natural, pero si tu cabeza esta llena de pensamientos negativos, entonces es una cita al infierno. 
Si dentro de ti tienes la capacidad de crear historias con tus sentimientos, saborearlas, hacerlas propias, a tu manera, con tus tintes de colores, matices distintos y con desenlaces encantadores, pues esa fuerza de imaginar te puede henchir el corazón de goce, aunque todo en tu entorno sea gris.

Toda la vida me han reprochado por caminar sin compañía alguna, es como si hubiese nacido para estar conmigo misma, para vivir dentro de mi y solo convivir con el entorno, mis primeros recuerdos suelen ser de una niña que caminaba sin rumbo o dando vueltas por el patio de alguna de las mil escuelas que estuve, o de muy pequeña, gracias a declaraciones de terceros, jugando sin compañia alguna mas que mi mente, con las manos vacías pero mirando el cielo.

El doble filo de encontrarse siempre así es que no mucha gente te acepta, no mucha gente entiende tus ganas inherentes de estar sin otros cuerpos fisicos cerca; visitas al psicologo, cambio de lugar de educacion, cambio de ciudad y la situacion era la misma, lo que siempre sorprendía era que no era infeliz ni timida, solo quizas amaba el silencio de sobremanera, ese silencio que te ayuda a crear, que te inspira a escribir todo lo escribible, poemas, canciones, relatos, microcuentos, en todos los formatos posibles, sin antes ayuda de la tecnologia cualquier papel que se encontraba en mi camino era víctima de mi caligrafía.

 Nunca fui una persona de mucho orden, el paso del tiempo me hizo estructurar mi forma de vivir, y entender que los poemas, sobretodo esos tan profundos para una niña de mi edad: debían ir en algun tipo de cuaderno el cual albergara mis inocentes y vírgenes sentimientos que florecían de una casi inexistente experiencia de vida emocional, que luego se iria forjando, despues de mi tardío desarrollo físico, al lado de distintos personajes de todo tipo, lugar, condicion y sexo, los cuales parecían estar como hitos en el camino y se detenían a enseñarme algo con algun mensaje útil. Siempre logré sacar lo bueno de las situaciones, hasta cuando lloraba desconsolada con la cabeza en la tierra, aun así cada especie de persona que se intentaba o se llevaba parte de mi imaginacion y pensamientos me enseñó alguna leccion, aveces escritas en enredados jeroglificos y otras pintadas como brillantes carteles en frente mio.
Era como si llegaran en el momento correcto, tan así como si en un momento especifico de mi caminar debía, sin poder evitar su encuentro, enredarme con esas miradas, apropiarme de cualquier manera de amar que ellos tuviesen y hacerlos de mí como nadie, tocar el centro de su ser y no dejarlos jamás, fisicamente retiraba mis tropas de ocupacion bastante pronto, pero sentimentalmente siempre supe como anudarme dentro de algun recoveco de sus respectivas almas, y obviamente de sus mentes, como ellos de la mía, se encuentran encogidos en posicion fetal esperando a ser recordados o retomados por mi cabeza en cualquier momento de supuesta soledad - digo supuesta- porque jamás me he sentido sola, siempre conmigo misma.


El calor jamás me dejo, o porlomenos cuando supo pertenecerle a mi cuerpo, cuando sabía que dentro de mi siempre había forma de conservarse, ese calor siempre se albergó callado en mi pecho sin musitar muchas palabras. Nunca me sentí una persona vacía de sentimientos, o una persona a la que hayan vaciado con algún acontecimiento amargo, ni en mis momentos mas pesarosos, ni cuando menos ganas tenía de respirar, dejé que ese calor se fuera de mi, siempre logré incluso atizarlo hasta el punto de verlo frente a mis ojos; junto a cualquier persona que se llevara el título de amor y hasta con el subtitulo de imposible.

La imaginación, siempre ayudando a avivar ese calor desde los primeras cintas de memoria que mi cerebro empezó a grabar, ayudaba mucho en aquellos momentos en que algun individuo que fuese titular de mis sentimientos no estuviera cerca, podría aquel personaje dormir placidamente sin nisiquera pensar en mi,  mientras yo construía una noche entera de insomnios con su persona. La imaginacion jamás me ha dejado de lado, siempre dandome cimiento para estar tranquila o en casos siendo desafortunada cuando debía concentrarme en alguna labor cotidiana y parte del mundo que todos llaman real.


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